Apocalipsis: Los Mensajes A Las Iglesias
El libro de Apocalipsis es una carta, como las cartas de Pablo, Pedro o Juan. El Apocalipsis fue enviado a Siete iglesias cristianas en la provincia de romana de Asia, las ciudades nombradas en 1:11. Los capítulos 2 y 3 contienen un mensaje breve para cada una de estas congregaciones, un mensaje de parte de Jesucristo. Como las otras cartas del Nuevo Testamento, el mensaje es dirigido a las necesidades de la congregación en el tiempo del autor, pero son aplicables a las congregaciones y cristianos de todo tiempo cuando las necesidades son similares.
Cada ciudad fue el centro de un, facilitando la diseminación de la enseñanza del libro. El orden de los nombres es el orden natural que los mensajeros seguirían para entregar el libro, comenzando en Éfeso y terminando en Laodicea. Había otras ciudades importantes en la provincia, pero Juan, bajo la dirección de Dios, escogió estas. Es posible que las conociera mejor, habiendo ministrado en ellas. También es probable que estas iglesias representan una variedad de condiciones y necesidades, para que los mensajes llevaran un mensaje a muchas iglesias con necesidades similares, tanto en el primer siglo como a través de la historia de la iglesia.
Las cartas a las siete iglesias siguen un formato común:
- La descripción de Jesucristo
- La recomendación positiva (excepto Sardis y Laodicea)
- La critica (excepto Esmirna y Filadelfia)
- La exhortación
- El desafío y la promesa
1. Éfeso: El Amor Para Dios (Apoc. 2:1-7)
Éfeso fue la capital de la provincia, “la metrópolis de Asia”. Su templo a Diana (o Artemis) fue uno de las siete maravillas del mundo antiguo. Pablo fundó la iglesia en su tercer viaje misionero. Durante los dos años y medio que enseño en Éfeso, los nuevos cristianos llevaron el evangelio a toda la provincia. Hechos 19 relata su ministerio y la oposición de los idólatras. En su primera prisión en Roma, Pablo les escribió la hermosa carta a los Efesios y más tarde envió dos cartas a Timoteo, quien Pablo había dejado para ministrar en Éfeso. Después es probable que Juan fuera el líder de esta iglesia.
Jesús recuerda a sus miembros que los conoce bien porque tiene al representante de la iglesia en su mano y él anda en medio de las iglesias. El mora en ellas, las conoce y las ama.
a. La recomendación. Una virtud de esta iglesia fue su labor energética y cansada. Los miembros fueron diligentes y activos en distintos ministerios, perseveraron a pesar de la oposición y tal vez la persecución. Junto con la adoración de Diana con miles de sacerdotes y sacerdotisas, la ciudad fue un centro de adoración al emperador romano y algunos practicaron la magia. Los cristianos no fueron aceptados por la sociedad pero siguieron firmes en sus convicciones. Su tercera virtud fue su ortodoxia. Rechazaron a los falsos apóstoles y los nicolaítas. Aunque no tenemos información especifica sobre este grupo, sabemos que la iglesia tenía el discernimiento doctrinal y tenía el valor para resistir las influencias equivocadas.
b. La crítica. Aunque tenía varios cualidades positivas, Jesús conoce los corazones y señala su falta: habían perdido su primer afecto, devoción y entrega a Cristo. Jesús había dicho que esto caracterizaría los años antes de su venida (Mt. 24:12). Dios es celoso y se entristece cuando otros intereses y prioridades toman su lugar (Stg. 4:4-5). La falta de amor no es algo pequeño. El primer mandamiento de Jesús es “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con todo tu alma y con todo tu mente (Mt. 22:37).
c. La desafío. Si la iglesia no vuelve a manifestar el amor a Dios, Jesús advierte que quitará su candelabro, o sea, la iglesia podría dejar de existir. Pero, a los que vencieren y responden al reproche y exhortación de su Salvador, él dará a comer del árbol de la vida (Gn. 2:9; 3:22, 24). Disfrutarán de la vida eterna (lo que Adán y Eva perdieron en el jardín de Edén). El mensaje para la iglesia de Éfeso es también para el día de hoy. Hay iglesias que tienen miembros, cultos, actividades, comités y sesiones pero no alumbran, no resplandecen. Los creyentes no están entregados a Dios, no crecen y no se aman. Los miembros no comparten su fe y los no creyentes no son atraídos. Su candelabro ha sido removido porque no ame a Dios. Han de recordar su salvación, arrepentirse y hacer las primeras obras.
2. Esmirna: firmeza en el sufrimiento (2:8- 11)
El segundo mensaje esta dirigido a la iglesia en Esmirna, otro puerto grande, tal vez la más hermosa de las siete ciudades, próspera y fiel a Roma. También fue conocida por sus avances en la ciencia y la medicina. Se consideró "el orgullo de Asia". Cerca del año 25 d.C. Esmirna ganó la distinción única en Asia del poder levantar un ejemplo al emperador Tiberio. Destacó en Esmirna el culto al emperador y cada año los habitantes tenían que quemar incienso delante de un busto del emperador en declarar, "César es señor". Posiblemente este acto tuvo más significado político religioso, pero la mayoría de los cristianos se negó a cumplirlo y sufrió persecución. En Esmirna, 60 años más tarde, Policarpo a la edad de 86 años, rehusó hacerlo, dio testimonio firme y murió quemado por su fe "el doceavo mártir de Esmirna". Exclamó, "¿como puedo blasfemar a mi rey quien me salvó?"
a. La recomendación. Cristo reconoció su aflicción y su pobreza. Fueron perseguidos por no negar su fe delante de las exigencias del emperador. Eran ricos espiritualmente, pero la persecución y la opresión causaron su pobreza material. Muchas puertas económicas cerraron y otras personas no querían venderles ni comprarles. Los judíos calumniaron papá a los creyentes incitaron a la población en control de la comunidad cristiana. Los judíos fueren exentos de las demandas de la adoración al emperador, pero buscaron agravar a las autoridades acusando los cristianos de ser desleales. Ellos habían causado muchos problemas semejantes para Pablo y su equipo misionero.
Estos enemigos no verdaderos judíos, porque no había recibido su vez y es y no habían sido transformados interiormente por la obra del espíritu (Ro. 2:28-29). Aparato al oponerse a la genuina comunidad delante, se hicieron se negó el desatadas. El diablo de la fuente real de la persecución. Veremos que el es también un actor principal en escena apocalíptica.
El versículo 8, la descripción de Cristo como el primero y el postrero, enfatiza que es el creador soberano sobre la historia. Esto y la referencia a su victoria sobre la muerte inyectaron seguridad, ánimo y esperanza de los creyentes que necesitaban confiar cada día de los cuidados de Dios y tenían un futuro terrenal incierto.
b. La exhortación. El señor de la iglesia no reprochó a los cristianos y les niega. No eran personas perfectas, pero se mantenían fieles en medio del sufrimiento su mandamiento para ellos tiene dos partes: no tienes en nada lo que pasa parecer y si fiel hasta la muerte. Ya están atribulados pero sustraían más en el futuro. Algunos sufrirían prisión y tribulación por diez días (o un período breve). Algunos morirían.
c. El desafío. El desafío se expresa en forma positiva iniciativa. Los que fueron fieles así demostrar en su fe viva y verdadera recibe bien la corona de la vida, o sea, la vida eterna. Los que vencen son los creyentes genuinos. Escaparán la segunda muerte que es la muerte espiritual y eterna para quienes no conocen a Cristo. Además de amar a Dios, Cristo llama su iglesia de ser constante, valiente y fiel indicio de un mundo que rechaza, calumnia, se burla, trata con injusticia y persigue a los hijos de Dios.
3. Pérgamo: La verdad en medio de las tinieblas (2:12-17)
El Hijo de Dios que tiene la espada aguda de dos filos tiene un mensaje sumamente serio para la iglesia en Pérgamo. La espada representa la palabra de Cristo. Él mismo es el Verbo de Dios (Apoc 19:13, 15; Jn. 1:1; Ef 6:17; Heb. 4:12). Como una espada, la palabra de Dios pica la conciencia, hiere el orgullo, penetra el alma, destruye la doctrina falsa y apaga los dardos de fuego de Satanás. La iglesia en Pérgamo necesitaba la Palabra de Cristo. Cristo la usaría contra las doctrinas diabólicas (v.16).
a. La recomendación. Jesucristo conoce las labores de la iglesia y sabe que vive en un ambiente sumamente hostil. A pesar de estar donde Satanás mora y tiene su trono, en el lugar dónde Antipas murió por su fe, ellos retienen el nombre de Cristo y no niegan su fe. Sin duda Jesucristo hace referencia a la multitud de templos y altares paganos a Dionisio, Atena, Asclepio, Demetrio, tres templos del culto al emperador, las filosofías anticristianas, la influencia de los nicolaítas y la doctrina de Balaam. El altar grande a Zeos Soter dominaba la ciudad desde la Acrópolis.
Esta iglesia vivía en un lugar de oscuridad dónde la verdad apenas penetraba. Satanás es el padre de la mentira, quien engaña a los humanos y ciega sus ojos (Jn. 8:44; 2 Co. 4:4, 11:3, 14, 15). Pero los creyentes en este lugar se habían mantenido fieles a todo lo que Cristo es (mi nombre). No sabemos sobre Antipas, posiblemente fue el primer mártir o el más conocido y dejó un ejemplo de fidelidad y valor para los demás.
b. La crítica. Sin embargo, dentro de los fieles en esta congregación, fueron toleradas algunas personas con creencias y prácticas peligrosas. Las doctrinas de Balaam y de los nicolaítas son probablemente el mismo porque sus nombres pueden tener el mismo significado, “conquistar al pueblo”. La historia de Balaam se encuentra en Números 22 – 24. Motivado por la avaricia, él maquinó una estrategia para corromper a los israelitas. Mujeres moabitas sedujeron a los varones hebreos para que participaran en sus fiesta idólatras e inmorales. La inmoralidad los llevó a la religión falsa. En la iglesia de Pérgamo algunos decían, “pequemos para que la gracia abunde” (Ro. 6:1,15). El deseo de participar todavía en la inmoralidad de las religiones paganas los llevó a aceptar doctrinas equivocadas. Como en Éfeso, el Hijo de Dios aborrece esta doctrina (v.6). Muchas veces el comprometer las normas éticas y morales conduce a la doctrina falsa.
c. La exhortación. Sólo hay un mandato para los que retienen este error: arrepiéntete. En este centro de doctrinas y actividades Satánicas, Cristo dice que la verdad tiene que triunfar en la iglesia. La espada de la Palabra de Dios necesita enseñarse, creerse y obedecerse. Si no, esta misma espada se convertirá en instrumento de castigo. Urge que los cristianos tomen una decisión tajante, que confiesen su pecado a Dios y que vuelvan la espalda a estas creencias y esta conducta.
d. El desafío. Si no cambian de manera de pensar y de conducta, Cristo vendrá para pelear contra ellos con su Palabra. En 19:15 la espada de su Palabra se usa para castigar, cuando sea necesario. Por el otro lado, la promesa para los que vencen el mal incluye tres bendiciones curiosas: el maná escondido, una pequeña piedra blanca y un nombre nuevo.
- El maná escondido hace memoria del maná escondido en el arca del pacto para recordar a los hebreos la milagrosa provisión de alimento en el desierto. Pero cristo es el pan verdadero que sustenta y satisface a quien cree en él.
- La piedra blanca podría entenderse por un boleto de entrada. Para los verdaderos creyentes que rechazan los banquetes paganos, Cristo promete entrada a su banquete celestial.
- El nombre nuevo en la piedra es un nombre que representa su nueva y especial identidad en Cristo. Es secreto porque simboliza la confianza e intimidad del creyente con su Padre y su Salvador.
Entonces, Cristo enseña en el mensaje a la iglesia en Pérgamo que en cualquier época el pueblo de Dios ha de rechazar las doctrinas y la conducta satánicas, aún cuando este rodeado de sus influencias y hayan infiltrado por dentro. El Cuerpo de Cristo siempre ha de enseñar, testificar y modelar la verdad y la santidad de Dios.
4. Tiatira: La Santidad (2:18-29)
La ciudad de Tiatira fue más pequeña y menos importante que las primeras tres. Fue un centro comercial conocido por su variedad de gremios de panaderos, artesanos en bronce, zapateros, alfareros, tejedores, curtidores y otros. Los gremios tenían un papel importante en la vida social, política, religiosa, como también en lo económico y cada uno tenía su Dios patrón y sus épocas de festividades.
El Hijo de Dios se identifica como el que tiene ojos penetrantes (v.18), el que escudriña la mente y el corazón (v.23). También es el que puede juzgar con firmeza y dureza (v.18), el que dará a cada uno según sus obras (v.23).
a. La recomendación. Cristo señala varias virtudes de los cristianos en Tiatira. Tenían las buenas obras como los Efesios y también el amor que les faltaba a ellos. Tuvieron la perseverancia que necesitaban los de Esmirna. También tenían la fe que algunos en Pérgamo perdían. Pero además de estas virtudes, ellos habían aprendido la necesidad del crecimiento: “estás haciendo más que al principio”. Efeso retrocedía. Tiatira avanzaba. El Nuevo Testamento describa la vida cristiana como un crecimiento constante hacia la imagen de Cristo, desarrollando cada día más devoción, el fruto del Espíritu, la santidad, la sumisión a Dios y el servicio humilde.
b. La crítica. Pero sin embargo, en medio de su crecimiento los creyentes toleraban la influencia de una profetisa falsa. Algunos creen que el amor requiere la tolerancia aún de personas que corrompen la vida moral y espiritual de una congregación. Cristo les enseño que no es así.
No se sabe el nombre personal de esta mujer pero ella promovía costumbres inmorales e idólatras como hizo también la reina Jezabel en la antigüedad (1 R. 16:29-34; 2 R. 9:30-37). Ella decía que recibía sus enseñanzas de Dios a través del don de profecía. Parece que su enseñanza fue semejante a los que seguían la doctrina de Balaam y los nicolaítas (v.14). La inmoralidad y comer las cosas sacrificadas a los ídolos fueron tentaciones grandes en la sociedad en que vivían. Entonces, algunos tenían maneras de justificar su desobediencia. Como los gnósticos, algunos dirían que el espíritu puede mantenerse puro mientras el cuerpo obedeciera los deseos carnales. Posiblemente enseñaba esta profetisa que el creyente necesitaba conocer “los secretos profundos de Satanás” para apreciar y disfrutar la grandeza de la gracia de Dios. (v.24). Sus seguidores se jactaron de una madurez superior a los demás.
Dios le había hecho saber que su conducta merecía castigo, pero no se arrepintió. Cristo le reprochó más por su falta de arrepentimiento que por su conducta. Para ella, sólo quedaba la disciplina de Dios, como para la Jezabel del Antiguo Testamento. En una cama ella pecaba, ahora en una cama de enfermedad sufriría. Los hijos de su prostitución (Aquí la prostitución podría ser físico y espiritual) y los que habían pecado con ella morirían si no se arrepentían. Cristo dijo que por el castigo de ella todas las iglesias sabrán que aún los pecados ocultos no pasan imperceptibles para la Cabeza de la Iglesia, y que él castiga los que corrompen su Iglesia.
c. La exhortación. Queda una instrucción para los que no fueron engañados y habían resistido las tentaciones de Jezabel, “no les impongo otra carga. Pero conserven lo que tienen, hasta que yo venga” (v.24-25). En realidad lo que Cristo esperaba era que se mantuvieron en el misma expectativa de rechazar las tentaciones de la sociedad y seguir creciendo en su servicio, amor, fe y paciencia hasta la venida de Cristo.
d. El desafío. A los vencedores Cristo promete compartir su autoridad y su gloria (v.26-27). Esta autoridad no es para un futuro milenarista reino sino que se goza en esta vida cuando estemos en Cristo. Efesios 2:6-7a dice:
Y en unión con Cristo Jesús nos resucitó, y nos hizo sentar con él en el cielo. Hizo esto para demostrar en los tiempos futuros su generosidad y su bondad…
5. Sardas: Realidad Espiritual (3:1-6)
La ciudad de Sardas quedaba al sureste de Tiatira y al este de Esmirna en el valle fértil del Río Hermes. Por la convergencia de varias carreteras, fue un centro de comercio, especialmente en el negocio de lana teñida. Además fue construida en una montaña y tenía una acrópolis que era considerada inexpugnable. “Capturar la acrópolis de Sardas” era entre los griegos un proverbio para alcanzar lo imposible. Pero la acrópolis fue conquistada no menos de cinco veces, dos de ellas por falta de vigilancia y ya no tenía la prominencia que había tenido en tiempos antiguos.
Cristo no elogia esta iglesia aparte de señalar que unos cuantos no han seguido el grupo en su pecado (v.4), y la critica duramente. El hijo de Dios se identifica como “el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas”. Como se vio en 1:4, esta frase describe el Espíritu Santo, señalando sus diversas energías y actividades. El lector verá que la energía del Espíritu es lo que faltaba a la iglesia en Sardas. La referencia a las estrellas podría sugerir que el líder de esta iglesia será la persona clave que debe ser lleno del Espíritu y guiar su congregación a cobrar vida.
a. La crítica. Inmediatamente, Cristo señala la debilidad de esta congregación. Tenía actividad y una reputación pero sólo tenía la apariencia de ser una iglesia buena. Tal vez los cultos y proyectos en presionada ni sentían que habría poder. No tenía vida. Estaba muerta. En versículo dos, agrega "no ha hallado sus obras perfectas delante de Dios", o sea, no eran obras “cumplidas”. Delante de los hombres, tenían actividades y cualidades; delante de Dios, no cumplían su voluntad. En Sardas, cumplían con las actividades normales y las costumbres cristianas pero no se esforzaban para crecer hacía la imagen de Cristo, no proyectaron un amor genuino hacia los que necesitaban a Cristo y no compartían su fe.
b. La exhortación. Podemos distinguir tres partes de la exhortación de Jesús. Primero, “Despiértate y refuerza las cosas que todavía quedan, pero que ya están a punto de morir”Había todavía algunos aspectos de su vida y ministerio que eran reales. Estaban a punto de morir pero con vigilancia era posible conservarlos todavía. Dos veces Cristo habla de despertar. Estaban dormidos. Habían que despertarse al peligro, tomar acción inmediata y reforzar las cosas débiles.
En segundo lugar, habían de recordar, como la Iglesia en Efeso. Dios usa la memoria – la memoria de lo que éramos antes de ser cristianos, del primer amor y fervor de nuestra fe, del apoyo de Dios en las aflicciones y de las manifestaciones del poder de Dios. Esta iglesia necesitaba recordar lo que había recibido y oído – el evangelio de la gracia de Dios, la enseñanza de los apóstoles, las exhortaciones de vivir en santidad y los altos privilegios de ser hijo de Dios. En versículo 1, Cristo habló del Espíritu Santo (cp. Jn 10:22, Jn. 14:17; Hch. 2:38, 19:2; Ro. 8:9: 1 Co. 6:19). La llenura del Espíritu de nuevo daría vida a esta iglesia para que tenga la realidad de un caminar constante en la voluntad de Dios. Las iglesias han de conservar la enseñanza, la santidad y el dominio del Espíritu.
La tercera instrucción es “vuélvete a Dios”. Han de cambiar su mentalidad y su rumbo. Han de reconocer que están muertos, dormidos y manchados de pecado, confesar su negligencia y su desobediencia y corregir su dirección. No hay crecimiento espiritual sin que haya un reconocimiento honesto del pecado y un profundo arrepentimiento.
c. El desafío. El versículo 3 advierte que, si no cambian, Jesucristo llegará a Sardas sorpresivamente para disciplinar la iglesia. Cristo dice de los que no habían cedido a la desobediencia “andarán conmigo vestidas de blanco, porque se lo merecen”. En Sardas, conocido por la industria de lana, los que tenían vestiduras sucias perdieron su lugar en la lista de ciudadanos. En tiempos antiguos, los que se acercaron a los templos paganos para participar en los ritos tenían que tener ropa limpia. Para el Cristiano, las vestiduras blancas significan la justicia que han recibido de Dios por la muerte de Cristo (2 Co. 5:21).
Al vencedor Jesús promete tres bendiciones. Primero, “serán así vestidos de blanco”, la justicia de Dios que los hace aceptados por él. En segundo lugar, Cristo promete “no borraré sus nombres del libro de la vida, sino que los reconoceré delante de mi Padre y delante de sus ángeles”. Nosotros podemos confiar en nuestra salvación. Algunos interpretan que solo los creyentes están escritos en este libro y que no hay peligro que ninguno sea quitado del libro. Sin embargo, otros intérpretes sugieren que este libro tiene los nombres de todas las personas por las cuales Cristo murió – la humanidad. Entonces los que no creen en Cristo o que no son fieles a sus enseñanzas son borrados del libro. Esto tiene sentido en luz del hecho que Cristo habló a las iglesia de la posibilidad de que su candelabro sea quitado, además tenemos que tomar en cuenta escrituras como, Heb 6:4-8, 10:26-27 y Stg. 1:14-15. Más sin embargo los que son creyentes fieles tienen la seguridad de que sus nombres quedarán por siempre escritos en el libro de Cordero, La tercera bendición es que Cristo confesará el nombre del vencedor delante del Padre y de sus ángeles (cp. Mt. 10:32; Lc. 12:8-9). Esta promesa sugiere que algunos en Sardas, o tal vez muchos, que habían profesado ser cristianos se habían rendido a las presiones de la cultura y de otras religiones.
6. Filadelfia: Visión (3:7-13)
Una llave, una puerta y una columna son las imágenes que llenan el mensaje a la iglesia en Filadelfia. La ciudad se encontraba al sureste de Sardas, y había sido construida como portal para difundir la cultura griega al este. Por esto la ciudad se hizo una fortaleza. Las viñas, textiles e industria de cuero contribuyeron a su prosperidad. La región vivía con la amenaza de terremotos y en 17 d. C. Filadelfia, Sardes y diez otras ciudades fueron destruidas. Tiberio la reconstruyó.
Jesús afirma tener atributos divinos; siendo el “santo y verdadero”. La santidad dice que está totalmente apartado del pecado y dedicado para la gloria de su Padre. Ser verdadero significa que es el Mesías genuino, que siempre dice la verdad y que siempre cumple sus promesas. También, él tiene “la llave de David”, alusión a Isaías 22:21-22. Debemos relacionar la llave con la puerta en versículo 8.
a. La recomendación. Jesucristo conoce las obras de cada iglesia, sean buenas o malas. En este caso, casi todo es positivo. Como la iglesia en Pérgamo, esta ha sido fiel a la doctrina y a Cristo (2:13). Cristo observa que tiene “poca fuerza” pero no parece que les culpa. No hay una exhortación y Cristo les dio “una puerta abierta”. Posiblemente “poca fuerza” se refería a pocos miembros o pocos recursos o experiencia. Tal vez les falta crecer espiritualmente.
Por ser fieles al Señor, les ha dado “una puerta abierta la cual nadie puede cerrar”. El vocabulario de “una puerta abierta” lo encontramos cuando Pablo habló de su ministerio de tres años en Efeso, cuando se le habían abierto las puertas de par en par para el trabajo del evangelio (1 Co. 16:9). En esa época el evangelio llegó a toda la provincia de Asia (Hch 19:10). También pidió oración para que Dios abriera las puertas a la predicación (Col. 4:3). Para Pablo una puerta abierta fue una oportunidad divina para proclamar las buenas nuevas del evangelio. Los creyentes en el imperio romano tenían las ventajas de la “pax romana” impuesta por las legiones romanas, la red de carreteras para movilizarse y el idioma común griego para comunicarse. Pero, además, Cristo señala a los cristianos en Filadelfia que Dios les ha abierto una oportunidad única para que la luz de su candelabro alumbrara a muchos. Por su ubicación sobre las carreteras claves, esta ciudad fue establecida con el fin de diseminar la cultura greco-asiática en el área este de Lidia y Frigia. Ahora la iglesia en Filadelfia tiene la oportunidad de impactar esta área aún más allá que lo cultural, llevando el mensaje de vida eterna.
Nadie puede cerrar esta puerta (v.8). Pablo había hablado de muchos adversarios en Efeso (1 Co. 16:9). Cristo asegura que aún la oposición feroz de los judíos de “la sinagoga de Satanás” no podrá detener el testimonio (v. 9; cp. 2:9). Jesús les hará reconocer la vedad que predican los cristianos.
b. La exhortación. Aunque el Señor no criticó la congregación en Filadelfia, dejó una instrucción, que fue entregada antes a los fieles cristianos en Tiatira (v.11; cp. 2:25). A la luz de la inminente venida de Jesús, ha de conservar su estabilidad doctrinal, su constancia espiritual y su obediencia a Dios. Así no perderán su corona de recompensa.
Aún antes de las promesas para los vencedores, hay una noticia y una seguridad para esta iglesia que ha “cumplido mi mandamiento” (v.10). La mala noticia es que viene “una hora de prueba… sobre el mundo entero”. La promesa es que ellos serán guardados de esa hora. Esta iglesia y otras en Asia tendrán que enfrentar persecución y Dios prometía su protección en esa hora.
c. El desafío. En el versículo 12, la Cabeza de la Iglesia promete dos cosas a los vencedores.
Ser “columna en el templo de mi Dios”. Después de los terremotos que sacudían esta región, a veces lo único que quedaba fueron las grandes columnas de los templos. La columna significaba estabilidad y seguridad. El templo significa la presencia de Dios. En nuestra época la iglesia es el templo y morada de Dios en el mundo. Cristo promete que el creyente tendrá una relación con él, quien es inmovible, permanente y eterno.
Además Jesucristo escribirá sobre él tres nombres, el de Dios, el de la ciudad de Dios y el nombre nuevo de Cristo. El nombre nuevo de Cristo simboliza la revelación de su carácter y su poder.
Estas son las promesas para los que se arriesguen ahora entrando por la puerta de servicio y testimonio que Dios abre a cada persona. Será un peregrino, habrá obstáculos y oposición, pero al final abundante recompensa.
7. Laodicea: Entrega Total (3:14-22)
Laodicea no fue conocida por sus religiones o sus ideologías, sino por sus riquezas, su erudición y su comercio. Al igual que Colosas e Hierápolis, esta ciudad estaba ubicada en el valle del río Lico. La gran carretera romana de Efeso pasó por su centro. Tenía bancos de importancia. Cuando fue destruida por el terremoto en 17 d.C., no solicitaron ayuda a Roma, sino la reconstruyeron con sus propios recursos. Su famosa escuela de medicina preparó el “polvo frigia” para curar deficiencias del ojo.
Jesús es el “Amen”, la respuesta que confirma y acepta la verdad. Cristo mismo es la respuesta perfecta a toda promesa divina. Por eso, él es “el testigo fiel y verdadero”. Es veraz en todo lo que dice y hace. Es confiable y fiel; no caprichoso ni cambiable. Nunca necesita retractar o modificar su palabra. ¿Cómo podemos descuidar su consejo en versículos 18-20? Lo que dice y manifiesta de Dios es absolutamente correcto. Ver a Cristo es ver el Padre. También, todas las cosas fueron creadas por él (Jn. 1:3; Col. 1:16).
a. La crítica. No recibe palabras de elogio. El que anda en medio de los candelabros condena esta iglesia en primer lugar por su indiferencia. Laodicea recibió su agua de nacimientos calientes en el sur y fue traída por un acueducto de nueve kilómetros de extensión. El agua estaba tibia cuando llegó a la ciudad. En términos duros y chocantes Jesús dice que sus vidas eran así, anémicas, repugnantes, para escupirse de la boca.
Algunos cristianos temen ser llamados fanáticos. Les falta entrega. El cristiano ubica a Dios en primer lugar. Otros intereses, responsabilidades y compromisos son dominados y orientados por Dios. Hemos de ser fervientes en espíritu y avivar el fuego del don de Dios (Ro. 12:11; 2 Ti. 1:6). Dios requiere una entrega total de la persona, un compromiso incondicional con él, completa sumisión al señorío de Jesucristo.
Además de su indiferencia, los miembros de esta iglesia se habían contagiado del orgullo y la autosuficiencia de la ciudad de Laodicea. Tal vez era su pecado más serio—el de no reconocer su verdadera condición espiritual. Decían ser ricos, sin ninguna necesidad, cuando en realidad, dice Jesús, eran desdichados, miserables, pobres, ciegos y desnudos (v.17).
b. La exhortación. Cristo primero recomienda que compran de él ciertas cosas. Humildemente han de encontrar su suficiencia en Cristo—no en ellos mismos. La palabra “comprar” apela a su sentido de comercio (cp. Is. 55:1). Han de cambiar de proveedor. Son pobres pero Cristo tiene oro. Son desnudos pero Cristo tiene ropa. Son ciegos pero Cristo tiene colirio. Ellos no tienen nada. Él tiene todo. Él puede darles las riquezas de la herencia de los santos en luz. Puede cubrir su pecado y su vergüenza. Puede curar se ceguera para que perciban un mundo espiritual que no soñaban.
Además de dar consejos, Cristo reprende y castiga a los que ama. Entonces, su segunda exhortación es “sé fervoroso y vuélvete a Dios”. El primer paso que se toma con el calor de entrega total es arrepentirse de su pecado, su ceguera, su indiferencia, su orgullo y su autosuficiencia.
En tercer lugar Cristo hace una invitación al arrepentimiento. “Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos”. Ellos sin duda estaban mal pero Jesús está dispuesto a perdonar si ellos escuchen su voz y cambien.
c. El desafío. Para los vencedores, los que creen en Cristo, el premio será estar con el Vencedor Supremo, estar entronado con él, reinando con él mientras él reina con su Padre.
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